martes, 16 de septiembre de 2008

Saber hablar


El arte del uso de la palabra


Saber hablar es algo que se logra a partir de la practica y el ensayo, la comunicación lingüística será la que manejará nuestro desenvolvimiento con nuestros semejantes en el entorno social y profesional.

Con la globalización, las relaciones entre pueblos se han estrechado, por eso es de suma importancia tener el dominio de la palabra, lo cual fomenta las relaciones entre pueblos. Además de que el lenguaje resulta un indicativo de clases sociales, el saber hablar dará cuenta de una buena educación y a su vez determinará la profesionalidad, lo que llevará a un levantamiento en el reconocimiento social.

Es necesario tener el conocimiento preciso de la intención comunicativa y de la situación en que se desarrolla la comunicación, es decir , ser lo mas precisos en nuestras ideas a exponer, dependiendo del entorno en el que nos encontremos, con que clase de personas estamos comunicándonos, si nos comunicamos con un grupo científico o un grupo literario, es necesario diferenciar y conocer la intención de cada expresión lingüística.

Los recursos retóricos, aquellos que se usan para persuadir, son habilidades de argumentación que se manifiestan de forma consciente en cualquier acto al hablar. La comunicación tiene un fin, toda discurso hablado o escrito se dirige a alguien con un fin, pretende persuadir a las personas, convencerlas de algo solo con la palabra, cómo podríamos persuadir a las personas sin el dominio de la palabra, nadie podría ser persuadido por alguien con un lenguaje tosco, dependiendo claro de la cultura de las personas que se pretenda persuadir. Utilizamos la persuasión incluso cuando pedimos algo a un amigo, o a nuestros padres, siempre debe haber un motivo y es necesario saber transmitir la información de forma eficaz para lograr lo que queremos. Saber hablar y, sobre todo, saber hablar bien, es llegar a adquirir habilidades argumentativas y ponerlas en practica.

Hablar es algo natural, es algo que se logra a través de un proceso de aprendizaje inducido por el entorno, el contacto con nuestros semejantes , sin embargo hablar bien requiere un aprendizaje intencional por parte del individuo, se deben hacer estudios lingüísticos y, de esa manera obtener total expresividad, coherencia y un rico vocabulario. La palabra es el instrumento más eficaz para el logro de cualquier meta.

Debemos conocer la gramática de nuestra lengua, qué es correcto y que no lo es , todo esta determinado por el Diccionario de la Real Academia Española que ha través del devenir histórico ha ido estableciendo ciertas normas ,sin embargo el lenguaje oral esta sometido a una serie de modificaciones permanentes, supresión y creación de nuevos términos a los que debemos adaptarnos, el lenguaje escrito no esta sometido a tantos cambios solo a introducción de nuevo vocabulario , a esto se le llama neologismos.

Aludiendo al uso de la palabra en determinadas situaciones es necesario adaptar la palabra al contexto, es decir el hablante debe considerar su entorno, quiénes son su interlocutores, acerca de qué y de que forma debe hablar, no será igual la forma como un profesor de primaria hable a un grupo de niños a como un profesor universitario hable a sus alumnos , son dos contextos totalmente diferentes , así como un niño debe dirigir la palabra a su profesor o a sus compañeros, existen ciertos modales con los que el niño debe dirigirse a su profesor, esto por la diferencia de edad y el nivel sociocultural que los separa. Parecería una falta de respeto que el niño se dirigiera a su profesor como a uno de sus compañeros.

Atender a las reacciones del interlocutor es importante, hay que usar estrategias para captar la atención del publico y ser observador de su comportamiento, el movimiento de sus manos , piernas , ojos, pueden dar indicios de desinterés, aburrimiento o molestia etc. Atendiendo a esto se puede lograr hacer una pausa y analizar la situación y si es posible recuperar lo que ha perdido en el oyente. Las reacciones son el mejor indicador de si nuestra intervención esta siendo acertada o no.

El tiempo de discurso tiene un estimado, deben adaptarse a un tiempo limite por esto el locutor debe hacerse un esquema de lo que dirá y cuánto durará cada idea, si el tiempo limite es de una hora, debería adaptar el discurso a cuarenta y cinco minutos, ya que no se es una maquina que recita un discurso sin parar , se requieren segundos para hilar las ideas y tomar respiros lo que en conjunto viene a consumir parte del tiempo establecido. Además la atención del público no estará puesta después de cierto tiempo ya que las personas suelen cansarse y esperan más que todo, un discurso conciso. Si uno tuviera todo el tiempo del mundo para decir algo no tendría oyentes.

No habla bien el que no dice nada, cuantas personas dan un discurso que asombra, pero por el hecho de no haber entendido nada y sin embargo pensar que fue un buen discurso, ha dicho mucho pero a la vez nada, no ha sido conciso en sus ideas y se podría decir, que cosas como esta provienen de personas que usan determinado vocabulario para parecer importantes. Es como aquellos profesores sabios pero malos docentes, los alumnos creen haber salido de una excelente clase pero es poco lo que se llevan consigo, poco han entendido, y es posible que se crean faltos de conocimiento por no haber entendido. Pero lo cierto es que un discurso debe darse con la mayor claridad, sin expresarse con un vocabulario rebuscado que dificulte el entendimiento, a no ser que se desenvuelva en un escenario especializado donde sea menester el uso de determinado vocabulario.

En conclusión para saber hablar bien, es necesario tener en cuenta primero que todo, el estudio del lenguaje ya que de ahí parten las adaptaciones que deberemos hacer para lograr que nuestros estudios del lenguaje sean fructíferos, podremos saber mucho pero si no lo empleamos de la forma correcta no estaremos haciendo nada. Y nos convertiremos en aquella persona ordinaria que utiliza un lenguaje complejo para pretender ser lo que no se es.

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